La última cena

Judas Iscariote había prometido a los fariseos que si le pagaban treinta monedas de oro, revelaría a Jesús, pues ellos querían matarlo.

- El hombre que yo bese, ese será Jesús. - aunque Cristo ya sabía todo esto, no le dijo nada.

Era la fiesta de Pascua judía (la cristiana es otra), y los apóstoles le preguntaron donde quería cenar. El les indicó el lugar y fueron. Jesús tomó una jarra con agua, y empezó a lavarle los pies a sus discípulos, como lo haría un sirviente a su amo. Pedro le dice.

- Soy yo quién deviera de lavarte a tí los pies, Maestro. 

- Debes dejar que lo hagas para ser mi amigo, pues así te purifico.

- Pues entonces lávame las manos y cabeza.

- No, con los pies basta.

Después empieza la cena, y Jesús reparte el pan, y dice:

- Tomad, y comed, que este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros.- todos comieron, y Jesús, gracias a un milagro, había depositado un poco de sí en el pan. Entonces, tomó una copa de vino, y dijo:

- Tomad, y bebed, todos de el, que esta es mi sangre que será derramada por vosotros. - todos bebieron de la sangre de Jesús. Una vez terminada, Jesús anunció:

- Uno de ustedes me traicionará. - Pedro pregunta.

- ¿Seré yo?

- no- responde Jesús.

- Que bien, yo jamás os haría nada parecido.

- No creáis, antes de que cante el gallo, me habréis negado tres veces.- todos fueron preguntando si será el el traidor, y Jesús contestaba no. Pero cuando Judas preguntó, Jesús le dijo que si. Entonces se levantó para irse, y antes de marcharse le dio un beso en la mejilla, y llegaron soldados y apresaron a Jesús.