Cuarenta días en el desierto
Jesús, hasta los treinta años había trabajado como carpintero en Nazareth, pero ahora debía empezar su vida pública. Para eso debía ir a meditar, y se fua al desierto a predicar. No comería nada, estaría en ayuno.
Mientras Jesús meditaba, se le apareció el demonio para tentarlo.
Le dijo:
- Si tu eres el hijo de Dios, convierte estas piedras en panes.
- Vete de aquí, Satanás. - contestó Jesús, desafiante; pero el diablo lo llevó a una torre.
- Si eres el hijo de Dios, lánzate. ¿O acaso no está escrito que los ángeles te sostendrán?
- También está escrito, "No tentarás al Señor, tu Dios."- Pero Satanás quería seguir, y lo llevó a una cumbre, en donde se veía una ciudad maravillosa y perfecta.
- Todo esto te daré si me adoras.
- ¡FUERA DE AQUÍ!- gritó Jesús, furioso, y el diablo se fue.