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Vocación

Un día, la joven Catalina soñaba, y un anciano sacerdote, quién más adelane supo que era Vicente de Paúl, daba misa. Catalina quiso huir, pero el sacerdote le dijo:

- Dios tiene un plan muy grande para tí.

- Quiero ser hermana de la caridad. - le dice Catalina a su padre.

- No - responde el. - ya envié a una hija al convento, no perderé otra.- Catalina no sabe que hacer... ¿Obedecer a Dios o a su padre?

Meses después le vuelve a preguntar, y su padre, para quitarle la idea de encima, la envía donde su hermano Carlos a trabajar, en París.

 En el restaurante de Carlos, le comenta a su hermano sus planes, y el, al ver que su padre le niega a su hermana una vocación, lo convence.

Catalina es feliz... ¡Irá al convento de las hermanas de la Caridad!